¿Qué es la moda sostenible y por qué hay que apostar por ella?
La moda sostenible o slow fashion es toda aquella ropa fabricada cumpliendo criterios de sostenibilidad ambiental y social. Tiene como principio fundamental el respeto por el medio ambiente así como por el trabajo de todas las personas que intervienen en el proceso. Todo su proceso de producción debe respetar el medio ambiente además sus materiales deben ser naturales u orgánicos.
La moda sostenible requiere un proceso de concienciación por parte de los consumidores. No podemos olvidar que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta y una de las que produce bajo las condiciones laborales más abusivas.
Hay muchos motivos por los que apostar por la moda sostenible puede suponer un gran cambio en el planeta y en la sociedad:
- La industria de la moda contribuye al 10 % de la huella de carbono global.
- La ropa libera medio millón de toneladas de microfibras al océano cada año, es decir, el equivalente a más de 50 billones de botellas de plástico.
- El sector textil es el 2º mayor contaminante de agua dulce en el mundo por detrás de la agricultura.
- Alrededor del 22 % del impacto ambiental de la industria de la moda está representado por el transporte.
- Una sola prenda de poliéster libera hasta un millón de microfibras de plástico en un único lavado.
- El 85 % de la industria de la moda todavía está lejos de eliminar la sustancias químicas peligrosas de su cadena productiva.
- Hay mucha población explotada que está produciendo ingentes cantidades de ropa para Occidente. Reciben sueldos míseros a cambio y en condiciones laborales ínfimas e insalubres.
¿Qué se considera moda sostenible?
La moda sostenible o slow fashion se caracteriza por cumplir diversos factores o criterios en sus procesos de fabricación que la distinguen de la moda convencional o fast fashion.
- Uso de materiales orgánicos o reciclados: Las fibras orgánicas son biodegradables por lo que, cuando termina su vida útil, en lugar de convertirse en residuo pueden volver a la naturaleza. Los materiales reciclados usan residuos como materia prima por lo que se consideran sostenibles.
- Ecodiseño: Evitar: cremalleras, botones, apliques o uso de materiales que hagan difícil su desmontaje y que sean de degradación lenta.
- Minimización de la huella de carbono: Reducir la cantidad de CO2 que se emite en la fabricación y trasporte de las prendas. Cuanto más cerca del consumidor final se haya fabricado el producto y menos proceso de industrialización tenga, menor será la huella de carbono.
- Reducción de químicos: Estos productos se usan para crear y tratar la materia prima y los tejidos que terminan contaminado tierra, aire y agua. Los tintes, los tratamientos para retardar la llama o la curtación de pieles son procesos agresivos y altamente contaminantes. Existen alternativas más naturales y no tóxicas para estos procesos.
- Upciclyng: Crear una nueva prenda partiendo de material residual y dando como resultado una prenda de mayor valor.
- Condiciones laborales justas: Tener un control sobre las condiciones de seguridad y dignidad en el salario de los trabajadores es responsabilidad de la marca. También lo es evitar el trabajo infantil.
- Ropa Cruelty free: Que no ha sido testada en animales ni contiene componentes de origen animal.
Conciencia medioambiental en los jóvenes
4 de cada 10 jóvenes en nuestro país apuestan ya por la moda sostenible.
La preocupación por parte de los jóvenes por la contaminación ambiental ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años. Esto ha supuesto, que en nuestro país sean cada vez más los Millennials que tienen interés y apuestan por la moda sostenible.
Esto ha hecho que los “Millennials” opten por firmas que empleen materiales sin procesos químicos. Un modelo de producción basado en técnicas tradicionales y artesanales.
En palabras de Rolf Cederström, responsable de Clearpay en el sur de Europa, “Hace años que asistimos a una preocupación creciente por el impacto ambiental que tiene nuestra forma de consumir sobre el entorno. Los consumidores están más concienciados de la importancia de apostar por empresas que estén alineadas con sus propios valores en torno al medio ambiente. Y cuando se trata de moda, la preocupación es mayor.” Y añade: “Con este estudio, pretendemos visibilizar la necesidad de conocer los hábitos de compra, los gastos de los “Millennials” con otros grupos de edad (Generación X) e incluso la forma que tienen de administrar su economía, especialmente en artículos de belleza y moda. Además, hemos observado un creciente interés por la moda sostenible, como parte de un estilo de vida. Estamos convencidos de que la revolución medioambiental solo acaba de empezar”.
Producir algo que sea ambientalmente sostenible, cuesta significativamente más que seguir con el modelo actual. Sin embargo, cuando las cosas se hacen bien, no hablaríamos de un coste elevado, sino apropiado.