Finlandia reduce el número de personas sin techo, alcanzando un porcentaje del 0.08% de la población. Su estrategia: ofrecer una vivienda a toda aquella persona que la necesite. Con esta medida es el único país de Europa que ha podido reducir el número de personas sin hogar.
El gobierno finlandés está implicado con esta problemática, por ello en 2008 construyó refugios para que las personas sin techo tuvieran una residencia a corto plazo, pero no se resolvió el problema y aún había más de 8000 personas sin hogar. La incapacidad de encontrar una residencia imposibilitaba la opción de una contratación labora. Para resolver el problema se creó en 2007 el comité especial gubernamental con el objetivo de proporcionar un hogar a las personas sin techo.
Esta iniciativa consiste en proporcionar un hogar a las personas que hayan perdido su casa, independientemente del motivo. También se les proporciona un seguimiento que les ayude a volver a integrarse en la sociedad