Nueva York ha votado para prohibir el gas natural en los edificios de nueva construcción, colocando a la ciudad más grande del país a la vanguardia de los esfuerzos nacionales para eliminar el combustible fósil y el gas de efecto invernadero.
El proyecto de ley prohíbe las conexiones de gas natural y equipos de combustión de petróleo en edificios nuevos de menos de siete pisos a partir de 2023 y todos los edificios nuevos a partir de 2027.
La prohibición del gas natural significa que las alternativas eléctricas, como las bombas de calor, deberán reemplazar a las calderas de gas en los edificios de la ciudad.
Sin embargo, los edificios existentes no se ven afectados por la medida, aunque podrían exigir reformas. Los hospitales, fábricas, lavanderías y cocinas comerciales también están exentos.
Según han informado, el proyecto de ley podría ahorrar 2,1 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2040, alrededor del equivalente a sacar 450.000 automóviles de la carretera. Además del ahorro que esto produce a los consumidores.
Además, para Ben Furnas, director de clima y sostenibilidad de la oficina del alcalde, en declaraciones al New York Times: «Este es un paso histórico en nuestros esfuerzos por alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles».
Un paso hacia un mundo más sostenible y un futuro totalmente eléctrico que sin duda supone una buena noticia.
Fuente: Nueva York prohíbe el gas en los nuevos edificios para combatir el cambio climático